EL ESTRÉS Y EL AUMENTO DE PESO

13 de September, 2022Dietflash Medical

 Si te preguntas si influyen el estrés y la ansiedad en el peso, la respuesta es un rotundo SÍ. 

Cada persona es un mundo y, por lo tanto, las causas del estrés pueden ser muy diferentes, pero hay algunos factores comunes como los cambios importantes en la rutina diaria o problemas personales que pueden propiciarlo. El estrés de forma puntual no es importante, pero una vida estresante es la que puede llegar a ser un problema. 

La ansiedad, es una de las manifestaciones del estrés que puede afectar aun cuando el factor estresante ya ha desaparecido. 

Los síntomas son muchos y de diferentes tipologías, pero algunos de los más comunes son: 

  • Preocupación constante 
  • Inseguridad 
  • Indecisión 
  • Temor 
  • Náuseas 
  • Mareos 
  • Temblores 
  • Dolores de cabeza constantes 
  • Aumento del ritmo cardíaco 
  • Ingesta sin sentido de alimentos 

Las manifestaciones del estrés pueden alterar los hábitos de vida y fomentar comportamientos que afectan a nuestra salud. El estrés y la ansiedad generan en nuestro cuerpo malestar general y los alimentos más calóricos, está demostrado, que proporcionan placer al cuerpo, por lo tanto, nuestro organismo tenderá a su consumo si se encuentra en un estado de estrés o con ansiedad. 

Además, el estrés propicia una ingesta excesiva de alimentos convirtiéndolos en más apetitosos y menos saciantes. Estos dos hechos perjudican a la calidad y cantidad de la dieta. 

Asimismo, el estrés puede provocar un descanso insuficiente y de mala calidad, hecho que puede alterar nuestro cuerpo reduciendo la sensación de saciedad e incrementando el deseo de consumir alimentos calóricos, ingesta que favorecerá el aumento de peso. Las personas con mayores niveles de estrés tienden a sufrir sobrepeso u obesidad. 

Consejos para mantener el estrés y la ansiedad a raya tanto si tu objetivo es bajar de peso como la de mantenerte en él: 

Organización: Es importante establecer prioridades, aunque estemos rodeados de obligaciones, hay que relativizar y preocuparse por lo verdaderamente importante. Establecer fechas y horarios es igualmente importante para aliviar la cabeza. 

Alimentación saludable: Una dieta con antioxidantes y alimentos que promuevan la liberación de serotonina puede ayudarte a controlar el nivel de estrés. 

Ejercicio: Es importante realizar ejercicio de forma regular ya que contribuye a disminuir la presencia del estrés. Es un error reducir la actividad física ya que nos vemos colapsados con tantas obligaciones. 

Exteriorizar las emociones: Hablar de aquello que te preocupa puede ayudar a liberar sentimientos causados por el estrés. 

Saber decir NO: Si tenemos establecida una organización es importante poder negar compromisos para no desviarnos y aumentar nuestra carga. 

Actividades relajantes: Realizar actividades tranquilas que te gusten puede ayudar a tu cuerpo a reducir tensiones y aliviar el estrés. 

Descanso: Es muy importante descansar bien para recuperar la energía necesaria. 

Eliminar el tabaco: Está comprobado que el tabaco no alivia el estrés, como suele pensarse popularmente, sino que lo agrava. 

Más allá de generar angustia o preocupación, el estrés podría ser la principal causa de tu aumento de peso, ya que genera en el cuerpo cambios químicos: aumenta la producción de cortisol e insulina, los cuales influyen en tu apetito y en la forma en que tu metabolismo procesa las calorías. 

Además, el organismo intenta calmar la sensación de disconfort que experimentamos ante el estrés con alimentos placenteros, que son precisamente los que más azúcares, grasas y calorías concentran, es decir, los más adictivos y los que favorecen el aumento de peso. Por si fuera poco, el estrés puede condicionar hormonas que regulan el balance energético como es el caso de la leptina. Así, tendemos a gastar menos calorías, a saciarnos menos y a desear más alimentos cuando estamos estresados. 

Se sabe que el estrés actúa sobre el cuerpo de maneras diversas: disminuye el apetito sexual, altera el sistema inmunológico y funciones necesarias como el sueño, pero ¿cómo influye en tu peso? 

  • Más hambre por la noche: La sobreestimulación de neuronas sintetizadoras de orexina del hipotálamo por estrés mental o ambiental del día puede provocar insomnio y como resultado, aumento del apetito durante la noche. 
  • Acumulas más grasa: Cuando alguien sufre niveles de estrés elevados, secreta mayores cantidades de glucocorticoides, que desempeñan un papel en el exceso de peso. Además, el estrés provoca que la grasa extra generada se acumule principalmente en el abdomen. 
  • Una crisis de estrés o una situación emocional: Diferentes situaciones de estrés -como un divorcio, una mala relación con el jefe o la enfermedad de algún pariente- generan un aumento de peso que no estaría directamente relacionado con comer más o hacer más ejercicio. La clave estaría en una hormona, el cortisol, que cuando el estrés se vuelve crónico provoca desajustes en el metabolismo. 

Para intentar mantener a raya el cortisol, intenta ingerir: 

Para no caer en un estrés permanente y posterior aumento de peso, es fundamental seguir una dieta sana y equilibrada a base de proteínas de calidad, vitaminas, minerales, carbohidratos complejos y ácidos grasos esenciales. 3 

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