La liraglutida (Saxenda), la semaglutida (Ozempic) y otros medicamentos de esta familia, son principios activos destinados al tratamiento de la diabetes tipo 2. Como efecto secundario producen pérdida de peso, lo que los ha convertido en una opción muy popular en redes sociales y en objeto de deseo de muchos usuarios que quieren adelgazar.
La popularización en redes sociales de estos medicamentos como herramientas para perder peso ha tenido como consecuencia el desabastecimiento de algunos de ellos y es global, no solo en la Unión Europea. La Agencia Española de Medicamentos ha recomendado priorizar el uso de estos tratamientos para las condiciones autorizadas, es decir, control glucémico en pacientes con DM2.
¿Cómo funcionan?
Imitan el funcionamiento de una hormona, la GLP-1, que se secreta a nivel intestinal cuando ingerimos comida y cuya función más importante es regular los niveles de las dos hormonas implicadas en el control de la glucosa en sangre: la insulina y el glucagón.
Concretamente, la GLP-1 aumenta los niveles de insulina y disminuye los niveles de glucagón, lo que se traduce en una disminución de los niveles de azúcar en sangre.
Además, retrasa el vaciado gástrico y genera sensación de saciedad.
¿Son eficientes?
Si, pero este tipo de tratamientos tienen que estar acompañados SIEMPRE de un plan nutricional, un cambio de hábitos y ejercicio diario.
¿Son aptos para cualquier tipo de persona?
Solo bajo prescripción médica y si la persona es apta para su uso, es decir, personas con obesidad, diabetes y que presenten patologías asociadas.
¿Este tipo de tratamientos tienen efectos secundarios?
Obviamente, y pasamos a enumerar algunos de ellos:
- Naúseas
- Diarrea/Estreñimiento
- Dolor abdominal
- Hipoglucemia
- Efecto rebote mucho más fuerte
- Taquicardias
- Erupciones cutáneas
- Consecuencias patológicas a corto o largo plazo
En definitiva, no hay fármacos milagrosos ni dietas milagrosas.
Confiar en el método Dietflash como una manera de llegar a los objetivos de composición corporal de una manera rápida, segura y eficaz. Es un método fisiológico y natural, que utiliza la cetosis para inhibir el apetito consiguiendo una reducción significativa de la grasa corporal (utilizada como energía) y, en consecuencia, del volumen y el peso. Se sigue, en todo momento, un plan nutricional dirigido siempre por un profesional experto y se trabaja en una reeducación alimentaria que evitará el temido efecto rebote.
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