La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es un nutriente esencial que nuestro cuerpo no puede producir por sí mismo, por lo que debemos obtenerla a través de la alimentación, principalmente de frutas y verduras. Esta vitamina desempeña funciones clave para la salud:
- Fortalece el sistema inmunológico: ayuda al correcto funcionamiento del sistema inmunitario mejorando su respuesta de defensa ante las enfermedades.
- Antioxidante natural: Protege a las células del daño causado por los radicales libres, retrasando el envejecimiento celular.
- Síntesis de colágeno: el colágeno es una proteína Imprescindible para la salud de la piel, cartílagos, ligamentos, tendones, vasos sanguíneos, huesos y dientes.
- Absorción de hierro: Facilita la asimilación del hierro de origen vegetal, ayudando a prevenir la anemia.
- Cicatrización de heridas: Es crucial para la reparación de tejidos y la formación de tejido cicatricial.
- Función cerebral: Contribuye a la síntesis de neurotransmisores, que son sustancias químicas para la comunicación entre neuronas, y promueve el crecimiento de células nerviosas.
- Metabolismo energético: Colabora en la producción de carnitina, que transporta ácidos grasos para generar energía, lo que ayuda a reducir la fatiga.
- Beneficios cardiovasculares: la ingesta adecuada de vitamina C se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La vitamina C la podemos encontrar:
- Frutas cítricas: Naranja, mandarina, limón, pomelo.
- Otras frutas: Kiwi, fresa, papaya, piña, mango.
- Verduras: Pimiento rojo y verde, brócoli, coliflor, col rizada (kale), espinaca.
- Hierbas frescas: Perejil y albahaca.
Es importante consumir frutas y verduras crudas o ligeramente cocidas, ya que la vitamina C se degrada con el calor y la cocción prolongada. Incluir una porción de fruta rica en vitamina C en cada comida principal para asegurar una ingesta adecuada, ya que la deficiencia de vitamina C causa escorbuto, una enfermedad que afecta a la correcta cicatrización y a la salud de encías y de la piel.
La vitamina C es indispensable para mantener nuestro cuerpo fuerte, protegido y con un metabolismo equilibrado. Incorporarla de manera diaria a través de alimentos frescos es la mejor forma de aprovechar todos sus beneficios.
