Si entre tus propósitos del año nuevo está el perder esos kilos que te sobran, te ayudamos. La clave es ponerse objetivos realistas y plantearse el reto más como un cambio de hábitos que cómo una pérdida rápida de peso.
Adelgazar requiere esfuerzo, ya que es preciso modificar unos hábitos que a veces están muy arraigados, y eso no es fácil.
Hay distintas razones que pueden hacernos tomar la decisión de bajar de peso. Las más comunes son querer llevar una vida más saludable y poder sentirnos a gusto con lo que vemos en el espejo. Muchas veces sorprende ver lo que ha ocurrido con nuestro cuerpo por no tener hábitos saludables. No obstante, siempre podemos decidir que es momento de cambiar y de hacernos responsables de nuestra salud. Solo necesitarás un poco de compromiso para hacer todo lo que hasta ahora has evitado. Si has tomado la decisión de cambio, es momento de fijarte una meta y hacer lo necesario para alcanzarla. Eso sí, siempre haciendo todo lo posible para que sea de la forma más saludable posible.
No acudir a un especialista, es uno de los errores que te impiden bajar de peso. No solicitar la asesoría y opinión de un especialista. Si no lo haces, estarás avanzando a oscuras en el camino hacia la salud por lo que podrías recaer en esos malos hábitos.
Acudir a un especialista es sumamente beneficioso. Nos ayudará a trazar un plan de acción acorde a la situación actual de peso y a las condiciones fisiológicas. Nos orientará y trazará metas reales con las que podamos, llegar a nuestro objetivo.
Si haces dieta y no adelgazas, si estás haciendo deporte y no logras reducir la grasa abdominal, algo falla. El problema no siempre está en la salud o en tu metabolismo. Puede que cometas errores en tu rutina diaria que te impiden adelgazar y perder peso.
Existen ciertos hábitos y creencia que se dan por sentadas que muchas veces están consiguiendo el efecto contrario. Se trata de hábitos del día a día no te permiten perder peso, y lo que es peor, seguramente están tan enraizadas que ni siquiera has notado que están actuando como un “freno” a tu planificación.
Estos son algunos de los errores más comunes y habituales que se comenten a la hora de intentar perder peso y adelgazar:
Comer rápido: Parece absurdo, pero la velocidad en la que comes es importante para conseguir tu objetivo para adelgazar. Es muy importante masticar y digerir los alimentos lentamente ya que así se favorece el proceso digestivo y se previenen molestias posteriores, comer despacio además te permitirá disfrutar más del plato, percibir mejor los sabores. Comer despacio implica realizar una comida, ya sea desayuno, almuerzo, -merienda o cena, es un mínimo de 20 minutos. De ser posible, lo aconsejable sería dedicar un tiempo de al menos 30 minutos a una comida completa.
No desayunar: El desayuno pone en marcha nuestro metabolismo, Si te saltas el desayuno, el organismo retendrá la grasa para proveerte de reservas hasta la siguiente comida. Si además en el desayuno tomas alimentos ricos en proteínas, ese aporte proteico evitará que, luego a lo largo del día, tengas antojos de alimentos dulces como elementos de pastelería, golosinas o bebidas azucaradas.
Bebidas gaseosas light o zero: Si bien es cierto que la cantidad de calorías es poca, eso no quiere decir que no influyan en tu peso. Los edulcorantes que contienen producen un efecto parecido al del azúcar en tu organismo, activan la insulina, lo que provoca hipoglucemia y a su vez, una mayor tendencia a acumular las calorías sobrantes de la dieta en forma de grasa abdominal y un mayor apetito.
Eliminas la grasa pero no el azúcar: La grasa ha sido acusada de todo tipo de males a lo largo de los años, pero no siempre es así. Ahora se sabe que los verdaderos culpables de la epidemia de obesidad y enfermedades cardiovasculares son el azúcar y las grasas saturadas. Por eso debes suprimir las dos. Es probablemente uno de los errores que te impiden adelgazar más comunes, sobre todo debido a la gran cantidad de productos bajos en grasas y ricos en azúcares que hay en todos los supermercados.
Salsas: Si hace dieta, la tentación de añadir algún tipo de salsa a la comida es grande. Quizás no te gusta lo que estás comiendo y piensas que entrará mejor con un poco de kétchup, mayonesa u otro aditivo. Esto es un error, pues prácticamente todas las salsas son ricas en calorías, grasas y azúcares. Por lo tanto, debes buscar otras formas de hacer tu comida más apetecible.
Zumos, pero no naturales: El zumo, incluso si es natural, no es equivalente a la fruta. Al exprimir la pieza de fruta estás desperdiciando toda la fibra y quedándote con el azúcar en estado líquido. Es uno de los hábitos que impiden perder peso y que son frecuentes en todo el planeta. Lo ideal es que o bien tomes la pulpa de la fruta o directamente comas la fruta completa. La fibra es donde está la mayoría de los nutrientes y además el elemento que te hace mantenerte lleno.
Reducir el número de comidas: Cuando se reduce el número de comidas al día se comete un grave error a la hora de adelgazar. Hacer sólo dos o tres comidas al día estrictamente no hará que perdamos más peso. Cuántas comidas al día hacer dependerá de cada persona en concreto. Obviamente la alimentación debe ser saludable, evitando azúcares, exceso de sal y alimentos ricos en grasas malas.
No beber suficiente agua: El agua juega un papel importante en nuestro organismo ya que además de mantenernos hidratados, favorece algunas funciones como la regulación del metabolismo, así como la pérdida de peso junto con una dieta hipocalórica, según la investigación realizada al respecto. Además, es aconsejable beber un vaso de agua antes de las comidas para contribuir a la sensación de saciedad.
No duermes bien: Dormir bien es clave para tener energía física y mental. Si no lo haces, tendrás problemas de salud de todo tipo y una probada tendencia a engordar y poner kilos. Para sacar adelante tu rutina, no caer en la tentación de picar entre horas y poder hacer ejercicio que necesitas, es preciso que descanses bien por las noches.
Depresión o estrés: Si anímicamente no estás bien, tu cuerpo se va a “proteger”. Y una manera es “cubrirse” con una capa de grasa formando una barrera al mundo que le agrede. Las situaciones estresantes pueden ser grandes enemigas en el proceso de querer bajar de peso. Este tipo de situaciones suelen generar ansiedad y como consecuencia vas a querer comer más de lo normal y te será casi imposible llevar una dieta saludable.
Abusar de alimentos saludables: No se debe llegar al extremo de comer en exceso alimentos saludables, pues muchos de ellos también contienen altas cantidades de calorías. Por ejemplo, abusar de los aguacates te puede hacer engordar. Esta fruta está llena de grasas saludables, vitaminas y minerales. Sin embargo, cualquier tipo de alimentos en exceso, incluyendo los aguacates, puede conducir al aumento de peso, la obesidad e incluso deficiencias de nutrientes.
Pasar hambre: Dejar de comer o saltarse las comidas no es la mejor forma de adelgazar ya que además de crear deficiencias de nutrientes en tu organismo, haces que se ralentice el metabolismo y por lo tanto, será más difícil perder peso.
Centrarte solo en el ejercicio aeróbico: Si solo haces footing como único ejercicio, estás perdiendo los beneficios de ejercitar los músculos con pesas u otros sistemas, pues aceleran el metabolismo y te permiten perder grasa más rápido y adelgazar. Se ha comprobado que comer pequeñas porciones distribuidas en 5 ó 6 comidas al día, mantiene el buen funcionamiento del metabolismo, teniendo la posibilidad de quemar grasa con más facilidad que perder peso.
No planificar tu lista de la compra: Por mucho que lo intentes evitar sabes que, si tienes en casa ciertos alimentos nocivos o nada recomendables para perder peso, acabarás comiéndolos en algún momento del día. Para no caer en la tentación es vital que solo compres alimentos saludables. De la misma manera, es igual de importante hacer una lista previa con solo aquellos alimentos aptos para cualquier dieta saludable. Los supermercados utilizan técnicas de marketing para atraerte a ciertos alimentos que no deberían estar en tu plan. Para evitarlos, haz una lista de alimentos y no te la saltes bajo ningún concepto.
No pesarse, o no hacerlo a la misma hora: Tan importante como hacer dieta y bajar peso es tener conciencia de los progresos. Es recomendable pesarse al menos una vez por semana y siempre a la misma hora. Existe casi unanimidad en indicar que uno debe pesarse una vez a la semana, por la mañana nada más ir al baño, en la misma balanza y sin ropa. Hay que tener presente que, según la ropa, el peso puede fluctuar entre 500gr y un kilo.
Desde Dietflash podemos ayudarte a hacer todo esto mucho más fácil y trabajaremos juntos para que tus buenos hábitos se mantengan en el tiempo.
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